LA HOJARASCA



Él hojarasca ha nacido Macondo, este poblachón próximo en la costa Atlántica Columbian aquello es ya convertido en uno de los mitos grandes de la literatura universal. En Macondo pase la historia de un entierro imposible. Está muerto un extraño personage, un antiguo medico odiado para las personas, y un coronel viejo sacó, para realizar una promesa, hay empeñado en enterrarle delante de la oposición de todas las personas y sus autoridades. También a pesar de que en una tragedia griega -el libro toma gusta moneda una fecha de Antígona aquello recuerda la prohibición para enterrar el cuerpo del Polinices-, el coronel viejo, su hija y su nieto van en realizar la tarea ominosa. El acto, compuesto por la descripción del preparatius para el entierro -una hora media- y las memorias de un cámara de siglo de la historia de Macondo, de 1905 en 1928, relaciona en trabas de los pensamientos de estos tres personages. «De pronto como si un remolino tuvo raíces de embarcaderos en el centro de las personas, ha llegado la compañía bananera persecuted por él hojarasca. Sea uno hojarasca torbada, alborotada, formado por el desperdicios humano y materiales de los otros pueblos: rastrojos de una guerra civil que cada vez parecido más allá e implausible. Él hojarasca era implacable.»