LA DIFERENCIA SEXUAL EN LA HISTORIA

María-Milagros Rivera Garretas Este libro tiene la pretensión arriesgada para ofrecer un paso en un sitio en qué tiene sido difícilmente nadie. El sitio es la historia que es más allá del social, ningún en contra del social. En el siglo XX, el triunfo del pensado de izquierdo -un espléndido masculino pensado- ha ido tomando en las personas en creer que toda la historia es social. Y, no obstante, no es así, también a pesar de que han aprendido para experiencia y con padecimiento algunos feministas que, en la década del setenta, ha comenzado para escribir la historia de las mujeres guió, con ilusión, para el paradigma del social. Creyeron que todo regresado en él, también el sentido libre para serlo mujer. Pero no es regresado. Está regresado el estereotipo de femenino genus, es decir, está regresado qué en la vida de una mujer tiene que vista con ser capaz a él. Pero no es regresado todo el otros: no es regresado la diferencia sexual. De modo que el poder, importantísimo también a pesar de que, para desgracia, es, no ha ocupado nunca o la historia entera o la vida entera de nadie. En el paradigma del social no es regresado nada o él difícilmente nadando del amor, es decir, del aquello hizo historia orientado por la metáfora del corazón.