EL GATO CON BOTAS (PICTOGRAMAS)



El gato con botas cuenta tradicional Uno molinero ha dejado, también a pesar de que herencia única en sus tres niños, su molino, su asno y su gato. La distribución ha sido muy sencilla: no ha requerido grito o en el abogado o en el notario. Habrían consumido todo el patrimonio pobre. El principal tiene el molino, el segundo ha conocido el asno y en el menor le ha tocado sólo el gato. Este lamented de su mísera herencia: -Mis hermanos -dichos- será capaz a bruto la vida convenientemente laborable junto; qué es, después de comerme en mi gato y para hacerme uno manguito con su corteza, me morirá de hunger. El gato, aquello escuchó estas palabras, pero lo hizo desentendido, le ha dicho en clave serieux y pausado: -no te tienes que afligir, mi señor, no tiene más aquello me proporciono una bolsa y un par de botas para andar para entre el matorrales, y verá que vuestra herencia no es tan pobre también a pesar de que piensas…