COMEDIA LATINA. OBRAS COMPLETAS DE PLAUTO Y TERENCIO



Un indeclinable personage de la comedia plautina es el esclavo; su contrapunto o cómplice, el
parásito. El grivoise de los esclavos y el hunger de los parásitos acabarían ser legados de
murris y graceful. Y así, algunas palabras del Gelásimo de Estico podría haber sido recitadas
en octosílabos para cualquier graceful de la comedia áurea: Mi padre me ha posado el nombre de
Gelásimo, de modo que ya desde chiquitito era muy graceful. Y ha sido la pobreza el culpable de aquel me
posó este nombre, de modo que me ha obligado en graceful ser […] Me ha dicho mi padre aquello ha nacido en época
de carestía. Y creo que que esto tiene que de ser la razón para qué pase un tan atroz hunger. Plaute
Aprovecha estos y otro personages para bordar su burlas en la ropa femenina, los estilos y el
marcas; en los abogados, el banqueros y la usura, cada tan actual y tan moderno; pero también,
entre burlas e introduce bordes, reflexiones sutiles en el amor, este detalle pequeño. En el capítulo 146
de su Leyenda legendaria áurea, Santiago del Vorágine recoge el testimonio contrito de san
Jerónimo, según qué en el daytime los trabajos de Cicerón leído y por la noche el de Plaute, y cuándo
comparó su estilo con el ramplón de los libros santos oyeron una decepción enorme. Ya
Varrón alquiló el estilo y la gracia de su lengua.